Es también muy importante tener en cuenta que el arte no es sólo esperanza, también es lucha. Lucha contra si mismo, contra todo y contra todos. “En una sociedad decadente, el arte si es verás debe también reflejar la decadencia, y a menos que quiera quebrantar la ley con su función social, el arte debe mostrar el mundo como algo en continuo cambio y ayudar a cambiarlo”(3) Desde la poesía griega, la Iliada, la odisea, los panfletos franceses que incitaban a la revolución, los cantos que piden libertad de Silvio Rodríguez, los que exclaman utopía de Mercedes Sosa o Pablo Milanes, y las fuertes críticas a la guerra y a la industrialización y mercantilización de la persona de SOAD (System Of A Down), entre muchísimas otras, vemos que se cumple al pie de la letra la frase que nos legó Fisher, y es que esta debe ser la labor de todo artista, de que por medio de su talento de la mano de su sensibilidad denuncie socialmente los acontecimientos que lastimosamente se vuelven rutinarios en una cultura tan decadente como la nuestra, basada en símbolos culturales como la guerra y en patrones económicos como la acumulación de capitales y el interés individual.
Krzysztof Penderecki - Treno por las víctimas de Hiroshima http://www.youtube.com/watch?v=akpE6UgROrU (4)
“El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla.” (5)
Da ejemplo de ambos patrones –Revolución y estimulación- el Blues. Históricamente conocido como la música de los negros del río Delta en Missisipi, fue el género liberador y motivador de los negros africanos en la búsqueda de la independencia en el sur de los Estados Unidos, a mediados del siglo XX, época de industrialización a carbón puro y esclavismo del hombre como animal, como salvaje. Este género, basado en una progresión de doce compases, comenzó en las cárceles y lugares de represión, donde los africanos, infinitamente tristes por su desoladora música, al ritmo de las cadenas que los ataban a los Black Berry y sus palmas, comenzaron a componer canciones tristes y armoniosas, con voces roncas, silenciosas, flameantes, que poco a poco se convirtieron en canciones de lucha en búsqueda de libertades distintas a las que promovía el liberalismo. Poco a poco añadieron instrumentos como la armónica, el bajo eléctrico y la guitarra eléctrica en sus escalas más puras, dolorosas, decadentes, guitarras que lloraban en sus notas que buscaban una libertad más allá del pentagrama. Mario Mendoza data de esto en su libro Buda Blues, donde además del blues, añade el factor espiritual para la liberación de los negros africanos en el sur de los EE.UU.
Para finalizar, debemos entender que la evolución de las artes no debe caer en una involución a la publicidad o al engaño de los sentidos al que nos somete el consumo, no, las artes deben ser motor y aliento de revolución, así que reto a los artistas a llevarle a sus espectadores y a su escena un mensaje de cambio, un cambio que necesitamos inmediatamente.
(1) HÖLDERLIN, Friedrich. Poeta lírico clásico alemán.1843.
(2) DÍAZ, granados, José Luis. Poeta cartagenero. Revista MEFISTO Nº 66. 2010
(3) FISCHER, Ernst Otto. Químico alemán. (1918 – 2007).
(4= PENDERECKI, Krzysztof. (1933), músico polaco, compuso en 1960 esta obra, que sería galardonada con el premio de la UNESCO. Su estreno oficial tuvo lugar en 1961, en Varsovia, por el conjunto de cuerdas de la Orquesta Filarmónica de Cracovia.
(5) BROWNING, Robert. Poeta inglés. (1812-1889).
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