Definitivamente
no eras aquello que esperaba:
un castillo, sí,
inmenso conspirador del espacio,
pero condenado a la caída
de la más mínima carta
del juego de naipes.
no eras aquello que esperaba:
un castillo, sí,
inmenso conspirador del espacio,
pero condenado a la caída
de la más mínima carta
del juego de naipes.
Ni partidas, ni adioses.
Sólo encuentro.
Sólo el instante,
la noche,
la entrega a mis sombras
de amores que se corresponden
pero que fracasan.
Sólo encuentro.
Sólo el instante,
la noche,
la entrega a mis sombras
de amores que se corresponden
pero que fracasan.
Básica.
Sexual.
Sonriente.
Fuiste lo que dura
una Polaroid instantánea.
Sexual.
Sonriente.
Fuiste lo que dura
una Polaroid instantánea.
Apareces.
Relámpago de entrada y de salida,
y me arrancas de la tensa calma
de vivir robando
a través del poema.
Relámpago de entrada y de salida,
y me arrancas de la tensa calma
de vivir robando
a través del poema.
Derramo en tu espalda
el blanco amor de los solitarios
que se buscan
en la flagrancia del deseo
para regresar a la angustia
de la atiborrante ternura.
el blanco amor de los solitarios
que se buscan
en la flagrancia del deseo
para regresar a la angustia
de la atiborrante ternura.