domingo, 10 de abril de 2011

Desde cero.

Ambos caminábamos de la mano por la avenida Santander. Yo, observaba el piso y navegaba en mis tenis a cuadros; era el capitán de la aventura que se avecinaba. Tú, navegabas en mi barca mirando al frente, algo preocupada por tu cabello. Y yo sonreía al verte a mi lado, al sentir tus dedos junto a los míos, al sentirme vivo cuando la lluvia golpeaba la proa de mi barco.

Luego, una rosa se unió a nuestros cuellos, cerca del pecho, cerca del corazón, de dos corazones que laten como uno, rápido, fugaces, veloces, inmortales. Tu manejas mi barco con las facciones de tu rostro; llegamos al bar.

Aún recuerdo esa escena... Every breath you take. Una cerveza tras otra y otra... y otra. Nuestras rodillas juntas, nuestros cuerpos deseando calor, tus manos, las mías. Otra cerveza, diez verdades, diez lágrimas. Tú haces de mis ojos un mar de agua salada.  Ebrios. Más cerveza. Menos amor. Más verdades. Licor furioso por nuestros cuerpos. Pasión por las venas. Deseo por la espina dorsal. Lágrima en los ojos, y agua en el pelo. Cerveza. Ebrios de alcohol, de verdades, otro poquito amor. Haciendo nuestro amor más mortal. Sufriendo, luchando contra ellos y contra nosotros. Tratando de encender de nuevo la llama que nace cuando nos observamos. Besando tu pequeño lunar en el labio. 

Comenzando de cero como si hubiésemos tenido un accidente y se nos invadiera la cabeza de amnesia. Cómo escribir nuestra historia y borrar los errores del pasado con un borrador mientras observamos que la hoja quedó marcada con cicatrices imborrables, inolvidables, pero cada vez más invisibles. 

Escribiendo desde cero nuestro amor, 

¿sin terceros?.

4 comentarios:

zoemua dijo...

me parece simplemente maravilloso como te renuevas cada vez que escribes y como expresas en tan poco tanto sentimiento! maravilloso querido amigo poeta! drogate de imaginacion siempre y por toda la eternidad :D

Anónimo dijo...

Siempre me deja perplejo sea escribiendo de la cruenta realidad o de la realidad que me he negado percibir; en ocasiones leerlo me hace recordar lo sentimentalmente humano que soy.

Mágico. Me sentí romántico, deseoso de compartir con alguien todo lo que el sentido de sus palabras movió en mí. Me hizo sentir ganas de que durara más tiempo. Ya pasó.

Daniel Ballesteros-Sánchez dijo...

Trato de adaptarme a mis estados anímicos cada vez más contradictorios. E intentaré drogarme de letras cada vez que pueda. Gracias Manu!

Daniel Ballesteros-Sánchez dijo...

No deje que pase mucho tiempo. Recuerde Don Jesulises, El que se niega al amor se niega a la vida, atrévase a vivirlo tal y como se atreve a pensar. Gracias por todo, lo admiro, lo sabe.